A veces, cuando nos rompemos por amor, la culpa no va hacia la otra persona, sino hacia nosotras mismas. «¿Por qué no lo vi venir?» o «¿Por qué lo permití?» son frases que nos repetimos una y otra vez.
La verdad es que no te culpes por amar. No te culpes por haber confiado o por haber creído en alguien. El daño no fue tu culpa, y quedarse en ese lugar solo prolonga el dolor.
Es normal sentir rabia hacia una misma, pero recuerda: la culpa no sana, solo castiga . Aprende de esa experiencia, abraza lo que viviste y recuérdate que amarte a ti misma es el acto más valiente que puedes hacer.
Deja de azotarte por el pasado y haz espacio para el perdón. Porque aunque alguien te lastimó, tú mereces amor, y ese amor empieza contigo.
✨ Hoy es un buen día para soltar la culpa y abrazarte fuerte.
¿Te animas?
Si sientes que es momento de empezar a sanar, no tienes que hacerlo sola. Estoy aquí para acompañarte en este camino. 💛
Escríbeme para agendar una sesión gratuita donde exploraremos juntas tu momento actual y cómo puedes recuperar tu fuerza y autoestima. Porque mereces liberarte de la culpa y reencontrarte contigo misma.